Informe Político aprobado por unanimidad en la última reunión del Comité Central del PCE (Aragón), que tuvo lugar el pasado domingo 28 de septiembre de 2014 en Zaragoza.
“La conquista del poder político es el gran deber de la clase obrera”
Karl Marx. 28 sept. 1864
150 aniversario de la I Internacional.
Iniciamos un curso político situado en el marco de una profunda crisis que va a entrar ya en su octavo año. Una crisis de la que el capital trata de recomponerse a través de, por un lado, la presión a la baja de los salarios y las condiciones laborales, y por otro, de la crisis de la deuda y los consiguientes recortes de servicios públicos.
En Aragón nos situamos en las 100.000 personas paradas, a lo que hay que añadirle el exilio económico y la precariedad laboral, que se ceba especialmente con las mujeres, pues el 80% del trabajo precario y temporal lo realizan ellas, con lo que también podemos hablar de una feminización de la crisis. También esta precarización ha hecho aumentar los accidentes de trabajo un 1,42% en el primer semestre de 2014 en Aragón, elevándose a 6.549, lo que supone una media de 36 accidentes al día.
Las condiciones precarias y abusivas se continúan imponiendo por parte del empresariado, tal y como hemos visto recientemente, por ejemplo, en el sector de grandes almacenes donde se aumenta horas, se congela salarios o se obliga a trabajar domingos y festivos sin ningún tipo de remuneración.
Los despidos también continúan. En algunos casos son simples goteos, contratándose en ocasiones al día siguiente de nuevo pero con peores condiciones, como en el caso de las trabajadoras de limpieza de Mullor. Pero también se realizan grandes EREs en estos momentos: la venta de Barclays a Caixabank repercute directamente a la plantilla del “call center” de la Plataforma Logística de Zaragoza (PLAZA) y puede suponer el despido de casi 300 trabajadores y trabajadoras este otoño, lo que sería uno de los mayores EREs de Aragón.
El Gobierno de Aragón no toma ninguna medida para paliar esta situación, es más, favorece la pérdida de derechos. En el caso Barclays permanece impasible sin hacer valer los acuerdos adoptados y más aún cuando ha dado su apoyo con medidas económicas y administrativas para que esta empresa dispusiera de esta instalación en Zaragoza. Algo similar ocurre con el ERE en el Real Zaragoza, una sociedad anónima que recibe subvenciones de las instituciones aragonesas y que plantea reducir un 30% su plantilla.
Todo ello conlleva el aumento de los beneficios empresariales; las empresas del IBEX 35 han obtenido unas ganancias de 14.003 millones de euros en el primer semestre de 2014. Esto lleva a una alianza del capital financiero y productivo: en Aragón tuvimos una muestra recientemente con la elección del patronato de la fundación bancaria Ibercaja (la cual ha tenido un aumento de beneficio de 323 millones en el primer semestre de 2014) donde han entrado, empresarios como Juan Ramón Fabré, y Pilar de Yarza, presidenta del grupo Heraldo de Aragón.
La conexión entre el capital productivo y el financiero, apoyado por los grandes emporios comunicativos de Aragón, es una muestra de que su salida es la rebaja de las condiciones laborales y la crisis de la deuda. En el caso de esta última, el mecanismo habitual ha sido el traspaso de deuda privada a deuda pública en el conjunto de administraciones del Estado. En el caso de Aragón la deuda autonómica se ha duplicado en los dos últimos años llegando a pagar 1.000 millones de euros cada año. Unas cifras que alcanzan ya el 20% del presupuesto aragonés destinado a entidades financieras, lo que supone un recorte y desmantelamiento de servicios públicos como la sanidad o la educación, pero también en la justicia.
Una estrategia que lleva ya desde el inicio de la crisis y que este comienzo de curso lo estamos viendo claramente en los recortes de sanidad y la educación del Gobierno de Aragón.
En materia de educación este es el primer curso de aplicación de la LOMCE, que en el caso de Serrat es una aplicación planificada pero obstinada, lo que conlleva además de un marco elitista y segregador en la educación, improvisaciones y problemas derivados de la modificación de libros y material curricular en las escuelas aragonesas.
Los recortes implican desplazamientos de alumnado de sus barrios de residencia como ocurre en la zona sur de Zaragoza, Huesca y Jaca. Existe escasez de plazas provocadas por las jubilaciones no repuestas y por las unidades cerradas, falta de becas y ayudas para comedor escolar y para material curricular, recortes en auxiliares y aumento de ratios en las aulas, etc. El profesorado interino, que no ha podido participar en la organización del curso, sufre unas condiciones laborales empeoradas. Y todo esto repercute de manera directa en la calidad del servicio educativo en Aragón.
En materia de Sanidad la creación del Área Única, aparecida en el BOA del 1 de agosto, supone alejar de la ciudadanía y profesionales la toma de decisiones sanitarias y el control del sistema sanitario y crea un terreno abonado para destruir la estructura consolidada en atención primaria. Los criterios de eficacia o eficiencia esgrimidos para una centralización esconden los recortes en materia sanitaria en Aragón y una desregulación del sistema sanitario aragonés.
La respuesta de la DGA a las más de 11.000 alegaciones contra la privatización del hospital de Alcañiz a través del BOA, es una muestra de intentar acelerar el proceso de gestión público-privada, además de un desprecio a la ciudadanía y entidades que nos oponemos a este proceso de privatización.
La chulería del consejero Oliván se mostró también en la contestación al alcalde de Biscarrués cuando este denunció los recortes sanitarios en su pueblo. Y es que el medio rural aragonés es de los más machacados en esta legislatura.
Esta estrategia de salida regresiva de la crisis está afectando especialmente a las mujeres, la juventud e inmigrantes. La feminización de la crisis es evidente, la precariedad, el paro y los recortes afectan con mayor dureza a las mujeres. Paralelamente a ello, y en parte como consecuencia de ello, estamos observando un aumento de agresiones y asesinatos machistas en nuestro país. Y junto a ello una impunidad manifiesta que rodea los actos de violencia contra las mujeres.
Impunidad que es amparada por el gobierno del PP, penalizando el derecho a la maternidad libremente elegida y por otro acusándolas de las agresiones sufridas y eludiendo al agresor. Desde el PCE Aragón nos felicitamos por la retirada de la ley del aborto gracias a las grandes movilizaciones por el derecho al aborto libre y gratuito del movimiento feminista. Y a su vez denunciamos, una vez más, cualquier actitud y comportamiento machista y la impunidad que los están rodeando, y afirmamos que no habrá cambio social sin la garantía de los derechos de la mujer y el fin de su discriminación.
Otro fenómeno preocupante en repunte son las agresiones fascistas. La reorganización del fascismo en la ciudad de Zaragoza es algo evidente. Tras la ocupación del edificio en el barrio de Las Fuentes, se han producido varias agresiones a lo largo de este verano en la capital. La nueva cara del fascismo es más “amable”, la asistencia social pero con criterios raciales y xenófobos. Por eso el trabajo antifascista debe ser un trabajo más, de denuncia y aviso de sus verdaderas motivaciones. Pero la mejor lucha antifascista es hegemonizar la solidaridad, y también el descontento hacia una propuesta de cambio social, de lo contrario acabará hegemonizado por discurso xenófobos y chovinistas.
Por su parte el PP trata de desviar la atención de las desigualdades sociales que provocan este malestar, y dirigir ese descontento hacia una cuestión de credibilidad de la política en su conjunto, socializando la responsabilidad con el resto de fuerzas políticas.Por ello este curso el PP lo ha comenzado con lo que denomina propuestas de “regeneración democrática” que incluyen la reducción de aforados y la “cacicada” de la reforma electoral para la elección directa de alcaldías.
En el último debate sobre el estado de la Comunidad, la presidenta Rudi, pero en calidad de presidenta del PP pese a ser en el debate del estado de la Comunidad, también lanzó al resto de grupos políticos aragoneses propuestas en esta línea, lo que finalmente ha derivado en una comisión especial de estudio en las Cortes de Aragón sobre la regeneración democrática.
Desde el PCE Aragón consideramos que Rudi y el PP, el de la Gurtel y Bárcenas, no tienen autoridad moral para hablar de regeneración democrática, y que esto sólo es palabrería y demagogia con la que pretenden desviar la atención de la grave situación social y sus responsables, así como mantener el bipartidismo y sus políticas en el poder.
La corrupción ha sido el engranaje de este modelo bipartidista de connivencia con los poderes económicos, y para hablar de corrupción hay que hablar primero de quienes corrompen, y después aplicar medidas reales y efectivas para castigar tanto a corruptos y corruptas como para corruptores/as. La corrupción es intrínseca al capitalismo, más aún en esta fase cuya estrategia es esquilmar los recursos públicos.
Todos los sectores hegemónicos del capitalismo español (financiero, construcción/grandes contratas y logística) siempre han tenido, y mucho más ahora, su nicho de negocio en esquilmar los recursos públicos. Bien sea por contratos jugosos con una legislación desregulada en cuanto a la contratación pública, o por deuda con una legislación regulada en exceso con condiciones perjudiciales para lo público. Pero siempre cuando lo legal coartaba y había que acelerar los tiempos y beneficios, se recurrió a la corrupción.
En los últimos tiempos ha saltado en Aragón el mayor caso de corrupción que ha sido PLAZA. Un caso ligado fundamentalmente a uno de esos sectores hegemónicos del capitalismo español (logística) pero en el que todos (financiero, construcción/grandes contratas) de una manera u otra están implicados. ¿Cuál está siendo la actitud del bipartidismo? ¿Dónde están sus propuestas de regeneración democrática para los corruptores?
Pero el objetivo de Rudi y el PP no es otro que mantenerse en el poder y cambiar para ello las reglas que hagan falta y de paso distraer la atención del drama social.
El malestar social continuará allí porque no es una cuestión de confianza y control de los y las representantes públicos/as, sino que es una cuestión de desigualdad social. La crisis orgánica que sufre el sistema le hace incapaz de generar nuevos consensos ante las brutales desigualdades sociales que debe imprimir para su propia supervivencia. La oportunidad del cambio social está allí, pero no estará eternamente, pues el sistema es capaz de regenerarse y construir nuevos consensos sobre las ruinas de la desigualdad social, consensos que hagan aceptar esta realidad por muy dura e injusta que sea.
Las pasadas elecciones europeas del 25 de mayo fueron un ejemplo de todo esto, pues el bipartidismo que hasta hoy es el mecanismo político del pacto constitucional sufrió un serio revés. Por primera vez no llegó al 50% de apoyo y las opciones de la izquierda política transformadora tuvimos un importante apoyo.
Desde entonces, en la izquierda política, desde el convencimiento de la posibilidad real de ganar, se han iniciado procesos de confluencia a través de candidaturas ciudadanas, los conocidos como procesos “ganemos”. El objetivo es lograr la unidad de las fuerzas políticas preexistentes de la izquierda a través de un modelo radicalmente participativo. Una unidad electoral para las municipales y autonómicas de mayo de 2015.
Sobra explicar la voluntad y tradición del PCE por la convergencia de la izquierda política y los sectores populares. Lo volvimos a ratificar en nuestro XIX Congreso del PCE, y nuestra historia y tradición es por todos y todas conocida. Hay que recordar que en mayo de 2015, cuando celebremos las elecciones municipales y autonómicas para las que se busca esta convergencia, se cumplirán 40 años que el PCE Aragón creo la Junta Democrática de Aragón. En el final inmovilista y represivo de la dictadura, el PCE Aragón aglutinamos a la izquierda política de Aragón en la lucha por el fin de la dictadura, la convocatoria de unas Cortes Aragonesas o el Estatuto de Autonomía.
Hoy lo tiempos son otros, pero la voluntad y necesidad son las mismas. Si entonces llamamos a la acción democrática, hoy debemos llamar también a la movilización, a la necesidad de que los procesos de confluencia electoral no se limiten a lo institucional y tengan mil patas en las luchas sociales y la generación de conflicto social en las desigualdades concretas. Porque es allí donde se genera la conciencia y el verdadero poder. Ganar no es tener el 50% + 1 de los votos, es tener un programa de cambio y la fuerza social para aplicarlo y defenderlo en las calles.
Debemos hacer que este otoño repunte el ciclo de movilización, implicarnos en el calendario de movilizaciones marcado por la plataforma de las Marchas del 22M (24-29 de noviembre, semana de lucha), la posible huelga educativa, las movilizaciones por la sanidad pública en torno a la reunión que se celebrará en Huesca de consejeros/as de sanidad de todo el Estado en octubre, los conflictos laborales que se produzcan, o las movilizaciones ante la más que probable aprobación de la ley de seguridad ciudadana. Sin ello la convergencia electoral será un cascarón vacío.
Debemos lograr la implicación del movimiento obrero organizado, del conjunto de la sociedad organizada, con toda su pluralidad social, sindical y política. Una unidad que no implique la renuncia a lo que cada cual es, una unidad sobre un programa de cambio real. Nos planteamos las próximas elecciones municipales como unas elecciones constituyentes, de cambio político, de fin de ciclo. Unas elecciones que trascienda lo municipal y estén enmarcadas en un nuevo modelo de país en torno a la 3ª república.
Para la convergencia es fundamental un programa de mínimos, un programa que el PCE desgranamos en 10 puntos en el discurso de la Fiesta del PCE del pasado fin de semana. Entre ellos se encontraban: confrontación con la Europa de la Troika, reforma constitucional que priorice la inversión social frente al pago de la deuda, igualdad real entre hombres y mujeres, banca pública, derogación de las reformas laborales y de pensiones, plan público de empleo o defensa de una España federal frente al debate identitario que aflora tras la consulta catalana.
Este curso político reclama agilidad organizativa. La experiencia iniciada de asambleas de militantes del PCE Aragón para debatir e informar sobre el tema de la convergencia, será algo a repetir. Permite de una manera rápida que el conjunto del Partido nos informemos, opinemos, y nos escuchemos en su conjunto. Y desde luego vienen tiempos en los que nos será necesario escucharnos, dejándonos convencer y comprender la razón que siempre hay en las posiciones de otros y otras. Momentos en los que deberemos tomar posiciones, algo que será una prueba de cohesión para el Partido. Acertaremos o nos equivocaremos, pero será el Partido quien lo haga. Esa es nuestra fuerza y nuestra razón de ser.
Pero este curso implica mucho más trabajo que la simple confluencia electoral. Antes ya del verano aprobamos nuestro plan de trabajo para este curso político. Nos marcamos unos objetivos, y algunos de ellos debemos comenzar a darles forma antes de final de año.
La asamblea de sindicalistas es uno de estos retos. La ausencia del movimiento obrero organizado de la escena política es tan atronadora como injustificable. Sin el movimiento obrero organizado no hay proceso constituyente, ni ruptura política, ni ganamos Zaragoza, Aragón, ni nada en el resto de España.
Por ello es fundamental que desde el PCE Aragón comencemos a plantearnos colectivamente unas líneas de trabajo en las CC.OO. y en el conjunto del movimiento obrero. Líneas de trabajo que deberemos aplicar y revisar constantemente.
Por otro lado la Conferencia de Mundo Rural del PCE Aragón fue un mandato que nos dimos en nuestro IX Congreso, y que en el plan de trabajo de este año nos marcamos su inicio. Desde la Secretaría de Mundo Rural se comenzará a trabajar en ello, contando especialmente con las agrupaciones de fuera de Zaragoza.
A nivel federal nos hemos marcado la campaña estatal por el referéndum para determinar la forma de Estado. Por ello, desde el PCE Aragón estamos haciendo, y continuaremos haciendo, un llamamiento para que en Aragón todas las fuerzas políticas, sociales y culturales, así como la ciudadanía, "se constituyan en asambleas pro referéndum" de cara a recabar las firmas para exigir al Gobierno un referéndum consultivo que le dé la voz al pueblo y este elija entre monarquía o república.
Pero nada de esto sería posible sin el Partido, por lo que la reconstrucción del Partido es otra tarea inmediata. El Grupo de Atención al Territorio ha comenzado ya a funcionar, con el objetivo de que las agrupaciones de fuera de Zaragoza ciudad sean organismos vivos, con periodicidad y vida propia. Pero el objetivo debe ir más allá, por eso nos hemos marcado la atención a camaradas aislados/as y la posible construcción de nuevas agrupaciones además de las ya existentes.
Zaragoza, 28 de septiembre de 2014