Los trabajadores de Schinlder Zaragoza se han concentrado, esta tarde frente a la puerta del Ayuntamiento, para protestar por la actual política de despidos acometidos por la empresa. Schilnder había presentado, a principios del mes de noviembre, el “Plan Impulsa” para realizar una reestructuración de la plantilla, asegurando que contaba con todos los trabajadores para sus futuros proyectos. Pero la verdadera intención de la empresa, era despedir a 18.000 trabajadores entre sus sucursales de Estados Unidos, Portugal y España.En Zaragoza, la dirección de Schinlder ha despedido a dos trabajadores y trasladado a seis. Sergio Jaca, presidente del comité de empresa, ha criticado el cambio de actitud que ha realizado la empresa en el último mes. “Aquí han despedido a dos compañeros y sin pedir explicaciones han trasladado a otros seis. Exigimos la readmisión de los trabajadores y una negociación sobre las personas que deban cambiar de sucursal”, ha declarado.
Recientemente, la empresa había recibido denuncias por parte de sus trabajadores por su excesiva “actitud controladora”. De hecho, la inspección de Trabajo dependiente de la Generalitat de Cataluña, pidió en un acta de infracción a la empresa de instalación y control de ascensores y escaleras mecánicas que dejara de controlar a sus trabajadores a través de un chip que detecta el movimiento. La inspección se refirió a un dispositivo denominado “acelerómetro” insertado en el teléfono móvil que comienza a sonar y emite una llamada automática si no detecta movimiento, durante dos minutos seguidos. Los trabajadores de Zaragoza también realizaron la misma denuncia por sufrir estas acciones de “acoso laboral”.
CCOO Aragón.
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