HERALDO. M. LLORENTE
Que ningún trabajador se vaya de manera forzosa sino que se admita la posibilidad de prejubilaciones y recolocaciones diferidas es lo que demanda el comité de empresa de Exide Tudor desde que la compañía norteamericana presentó el 13 de febrero un ERE de extinción de 140 contratos en España, 30 de ellos en la planta zaragozana de La Cartuja.
Para que se atienda su petición, cientos de trabajadores secundaron "masivamente", según Comisiones Obreras, la jornada de huelga convocada en los centros de trabajo que la firma tiene repartidos por toda España. Además del paro general en las fábricas de La Cartuja (Zaragoza), con 30 afectados; Azuqueca de Henares (Guadalajara), con 80 puestos de trabajo amenazados, y en la de Manzanares (Ciudad Real), donde peligran otros 30 empleos, los centros de trabajo de Tudor en Madrid y Barcelona quisieron sumarse a la huelga en solidaridad con los afectados. Los únicos que se mantuvieron al margen de la misma fueron los empleados de la firma en la factoría soriana de San Esteban de Gormaz. Junto con la huelga, hubo otros actos de protesta como la manifestación ayer por la mañana de los trabajadores por el centro de Zaragoza hasta la Dirección General de Trabajo o el corte de cinco minutos en el carril sentido Madrid de la N-II que protagonizaron los operarios de la compañía en la planta de Azuqueca.
Que no se autorice el ERE
Tanto con la huelga de ayer como con las concentraciones realizadas los dos últimos sábados, el comité de Exide Tudor trata de presionar a la empresa para que retire los despidos y a Trabajo para que no admita un expediente al "no existir razones objetivas que avalen la decisión del grupo de llevarlo a cabo". El comité asegura que la empresa "no ha tenido en ningún momento problemas de liquidez; es más ha obtenido en los nueve primeros meses de 2008 17 millones de beneficios". Lo que temen los representantes de los trabajadores es que la presentación del ERE por parte de la compañía tenga bastante menos que ver con la crisis que con la decisión tomada de antemano de "contraer la producción en España a favor de otras ubicaciones". El comité intercentros que hoy se reúne de nuevo con la dirección de Exide Tudor en Madrid, no descarta tener que convocar una segunda jornada de huelga en caso de que la compañía no presente ninguna contraoferta a la del ERE de despidos. Por otra parte, en caso de no llegar a ningún acuerdo durante el plazo de negociación, el comité exige a Trabajo que no apruebe un expediente, a su juicio injustificado, con el que la compañía norteamericana quiere amortizar parte de la reestructuración de personal que se está planteando en Europa con "el posible cierre de una planta", que la firma aún no ha especificado. A juicio del comité, el conflicto se solucionaría si la empresa retomara la propuesta de prejubilaciones que hizo en noviembre.
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