EFE. Zaragoza
El presidente de General Motors (GM) Europa, Carl-Peter Foster, ha comunicado a los trabajadores que será necesario adoptar "medidas dolorosas" para afrontar la crisis económica y cubrir el desfase de 1.200 millones de dólares que tiene la multinacional, aunque ha asegurado que todavía no se ha tomado ninguna decisión. Así lo ha explicado Foster en una comunicación interna, repartida entre los trabajadores de la planta de Figueruelas (Zaragoza), en la que asegura que la intención de la compañía automovilística es, "claramente", desarrollar un plan que preserve la mayor cantidad posible de empleos. "Cualquiera de los planes que se decida, incluirá medidas dolorosas. Simplemente no existe otro camino", reconoce el presidente de GM Europa en el texto, en el que insiste en que se sigue trabajando con los representantes sindicales en el Plan de Viabilidad de General Motors. Advierte de que "no es una tarea fácil en estos tiempos sin precedentes", en los que el mercado de automóviles "ha caído dramáticamente durante los seis últimos meses" y la venta de GM se redujo un 30 por ciento en enero, con las previsiones de que continúe así en el 2009.
Foster recuerda que los expertos coinciden en que "hasta 2015, por lo menos, no volveremos a los niveles de venta de 2007" y que además hay un "cambio de la demanda hacia vehículos de menor tamaño y por tanto menos rentables". Esto significa que GM "podría ver disminuir sus ingresos hasta en 10.000 millones de dólares" y por ello la multinacional se ve obligada a "disminuir proporcionalmente los costes estructurales si queremos tener la oportunidad de sobrevivir a estos tiempos tan difíciles", agrega el máximo ejecutivo europeo de la firma.
No obstante, dice que es una "buena noticia" que junto a los representantes de los trabajadores ya se han identificado e implementado medidas que incluyen importantes pasos, como la "reducción de tiempo de trabajo, expedientes de regulación de empleo, congelación de salarios, recalendarización de parte de los programas de producto, eliminación de bonus y reducción temporal de los salarios de los ejecutivos en un 10 por ciento". A su juicio, los esfuerzos en lo que a costes se refiere son para asegurar que los productos de la multinacional "verán el futuro" y que "nuestra compañía tiene futuro", aunque "esto requerirá trabajo duro y coraje de todas las partes involucradas". En este sentido, cita la aceptación y reconocimiento de los modelos Opel Insignia, el Chevrolet Cruze y Spark, el Opel Ampera y el Saab 9-3X como productos que pueden ayudar a la multinacional a remontar la situación.
Esta comunicación se ha repartido entre los trabajadores de la planta de Figueruelas después de que GM presentara un plan de reestructuración en Washington, en el que demanda préstamos adicionales por unos 16.600 millones de dólares, prevé cierres de fábricas en Estados Unidos y Europa y la reducción de 47.000 puestos de trabajo en todo el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario