El único representante de Figueruelas que asiste al comité reducido de General Motors, que se celebra hoy en Rüsselsheim (Alemania), Pedro Bona, adelantó que el jueves habrá una protesta en todas las plantas de la multinacional en Europa: "Posiblemente será una concentración, pero los detalles habrá que consensuarlos hoy", dijo. De hecho, convocó ayer a los miembros de la comisión permanente del comité de Zaragoza para ver si secundaban la movilización.
"Quizá lo menos importante sea si va a ser un paro o una concentración. Lo que queremos es llamar la atención de la empresa y las administraciones para que pongan manos a la obra", precisó José María Fernando, de CC. OO., ante los difíciles momentos que vive General Motors. "A nadie se le escapa que tanto si seguimos como Corporación como si nos segregamos hay unos problemas que afrontar con carácter inmediato", destacó. "Nos hace falta un plan de futuro y no estamos dispuestos a aceptar cierres de plantas ni despidos", añadió Santiago Arcos, de CGT.
Frente a los recortes anunciados, "el comité europeo trata de no quedarse de brazos cruzados". Además, es consciente, según José Luis León, de OSTA, de que cualquier movilización hay que hacerla de manera conjunta, ya que "ir cada planta por su cuenta sería al final fracasar todos". A su juicio, "es fundamental que los políticos y la sociedad aragonesa vean que hay un problema grave, que va a exigir grandes esfuerzos y que necesitamos la ayuda y respaldo de todos".
Los representantes del comité de Figueruelas reconocen que "el problema fundamental para GM es que no hay dinero y eso tiene consecuencias graves para todos".
El temor más acuciante es que la compañía se quede sin liquidez y no pueda pagar salarios ni tampoco a los proveedores. Precisamente ayer, asesores externos del Tesoro estadounidense aconsejaron a sus responsables la búsqueda de fondos por 31.750 millones de euros para hacer frente a una eventual suspensión de pagos de GM y Chrysler.
"Algo claro tenemos y es que la plantilla no puede ser la pagana de esto sino la cúpula de General Motors, que si tuviera algo de dignidad, ya se habría marchado, como ha sucedido en Toyota", criticó Ángel Arbonés, de USO.
"Lo malo es que a pesar de que en el comité europeo propongan bajarnos los sueldos para poder continuar, creo que en definitiva despidos tiene que haber porque no hay otra forma de reeestructurar", añadió, a la vez que admitió que la segregación le da miedo: "GM ha anunciado que cerrará plantas en Europa, pero si optamos por la segregación y nos quedamos con la matriz que es Alemania ¿estaría el país dispuesto a cerrar sus fábricas?". Entonces se preguntó: "¿en el ojo del huracán quién quedaría?; no digo que fuera a ser así, aunque posiblemente".
Saber los recortes en Europa
La segregación que plantea el comité europeo pasa porque no se cierre ninguna planta y no haya despidos forzosos. Pero este plan "está sin cuantificar" y no se sabe si la dirección vendrá hoy con datos suficientes sobre cómo pretende hacer la reestructuración en Europa, explicó Pedro Bona.
Mientras se aclaran las incógnitas, Alemania va tomando posiciones para evitar la quiebra de Opel. "No tengo ninguna duda de que al ser el país que más le afecta la reestructuración, ya que el 50% de la plantilla de GM en Europa es alemana, tomará la iniciativa, pero me consta que todos los gobiernos están haciendo su trabajo para colaborar en cuanto tengamos un plan de negocio que sea creíble", apuntó Bona.
"No tiene sentido que cada gobierno nacional y autonómico juegue sus propias bazas. Al final se tendrá que coordinar todo porque el esfuerzo tendrá que ser muy grande", consideró José María Fernando, quien no descartó que la planta de Figueruelas acabe pagando las consecuencias. "Si al final hubiera una situación de suspensión de pagos o quiebra, por muy eficientes que seamos y muy flexibles, al final estaríamos inmersos en una muy mala situación", reconoció.
El tiempo va pasando y es urgente actuar ya que GM pidió resultados antes del 31 e marzo. El comité lo sabe, y por eso aprovechó ya la reunión anterior en Mainz para consensuar la segregación como una alternativa a la posibilidad de que General Motors les arrastre en su caída, pero sigue faltando un modelo industrial viable de futuro. "Eso es lo que no tenemos ni vimos en el plan que presentó GM a la Administración norteamericana y eso es en lo que queremos trabajar y defender ante los estados europeos", matizó Fernando.
"La dirección ha de mostrar un plan de continuidad tanto a la Comunidad Europea como a los gobiernos y antes de que se lo presenten a ellos nos lo tendrán que dar a conocer a los sindicatos, porque necesitan acuerdos en muchas de las cosas que han de hacer", concluyó Santiago Arcos.
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