La crisis en las cuentas de la corporación pasan factura a España, a pesar de que la planta ofrece beneficios y es una de 'las joyas de la corona'. Según el plan de ajuste original, el recorte debería ser efectivo este mismo año.
SUSANA C. MIRALBÉS. Zaragoza
No es un rumor. Alrededor de 900 trabajadores de General Motors España deberán dejar la empresa en el transcurso de este año 2008, según los planes originales de la compañía. Los responsables de la empresa en Europa enmarcaron esta acción en el duro plan de reestructuración que busca sanear sus maltrechas cuentas internacionales y sus pérdidas históricas, y del que no se libra Zaragoza a pesar de que es una fábrica que, bajo la presidencia de Antonio Pérez Bayona, ha logrado presentar beneficios. La noticia fue comunicada el pasado viernes por el presidente de GM Europa, Carl-Peter Forster, al comité europeo reducido y la permanente del órgano de representación de Figueruelas se reunió ayer para debatir el plan. Consideraron precipitado hacer una valoración exhaustiva sobre una cuestión "de la que aún no tenemos detalles", dijeron, ya que el departamento de Recursos Humanos de GM España está ahora estudiando diversas fórmulas para que las salidas sean lo menos traumáticas posible. En un principio, fuentes de la compañía en la fábrica aragonesa confirmaron ayer a este diario las 900 bajas -número que no se da como redondo, ya que es un dato aproximado-, como también que el recorte afectará en todo el continente a unos 5.574 trabajadores de GM Europa. En la compañía aseguraron que se busca una solución "negociada" y, una vez más, recordaron que "somos una compañía socialmente responsable" y como tal actuará. De hecho, todas las centrales apuntaron que "nos aseguran que no habrá un expediente de regulación puro y duro".
La más productiva
Pese a eso, el comité se mostró enérgicamente en contra de la regulación porque la compañía alega que se debe aumentar la competitividad de todas las plantas en su conjunto para evitar el cierre de una de ellas "y, en ese reparto, no entrar a discriminar si esta es la más productiva y competitiva de todas, y nos toca lo mismo o más", protestaba en nombre del comité su presidente, Juan Arcéiz. Los portavoces del órgano de representación también tenían ayer claro que en Zaragoza "se mantendrán los contratos de relevo", en contra de los "rumores" que apuntaban que la regulación podría amortizarse suspendiendo esta fórmula. Los responsables de Recursos Humanos de Figueruelas aseguraron ayer "expresamente que el contrato de relevo es una media extremadamente competitiva para la empresa y para los trabajadores, y que es la envidia del resto de Europa". El recorte podría ejecutarse, según especulan la mayor parte de las fuerzas sindicales de la planta, a través de bajas incentivadas y otras medidas, siempre de carácter voluntario. Sin embargo, "la oferta deberá ser buena", amenazaban los portavoces de las plantilla. El precedente que existe fue el de la cuantía que, el pasado octubre, GM ofrecía a los trabajadores de las actividades que se pretendían externalizar entonces (las llamadas 'facilities'), una oferta rechazada por los sindicatos por escasa. En este sentido, la subcontratación de actividades será una parte fundamental de este "primer plan de adelgazamiento de la fábrica", del que se conocerán nuevos detalles el próximo día 28 de febrero, que es la fecha prevista para el encuentro entre la dirección y el comité europeos.
Posible efecto en la producción
El plan inicial de reestructuración planteado por los responsables de GM Europa en la cita alemana apuntaba que el horizonte de aplicación del recorte es de menos de un año, aunque las centrales confiaban en que podría "ampliarse algo, quizá como mucho a dos años". Sin embargo, es un hecho que estos procesos se suceden con mucha rapidez en este sector y en GM en particular, por lo que las centrales descartan una "gran ampliación en los plazos". Pese a todo, en la propia compañía sí aseguraron que "aún no se ha establecido el calendario de esta nueva reestructuración". Una de las dudas es el efecto que este reajuste podría tener en la producción del medio millón de unidades montadas el año pasado, un número que se había previsto repetir en este ejercicio, pero que será difícil de alcanzar en el año 2009.
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