B. A. Zaragoza Las negociaciones del convenio colectivo para los 600 trabajadores de Faurecia que trabajan en las instalaciones de General Motors de Figueruelas continuaron ayer en una "tensa calma", según la definieron los portavoces de CC. OO. Mejorar los salarios, aumentar el número de empleos fijos y las pausas son los principales puntos que separan a la empresa y los trabajadores que ahora se ocupan de la sección de Puertas y Salpicadero de la multinacional. Desde UGT, mayoritario en el comité, prefirieron esperar a la reunión prevista para hoy a las 8.00 de la mañana con la dirección antes de hacer declaraciones. La empresa recogió ayer las propuestas de la plantilla para "sacar sus cuentas" y comunicar su decisión.
Buena predisposición
"Entendemos que estamos en la vía de poder conseguir un acuerdo", afirmó Celso Hornero, secretario de Acción Sindical de la Federación Minerometalúrgica de CC. OO., después de la reunión que se celebró ayer con carácter de urgencia entre las 11.00 y las 18.00 horas. Después de que el martes pasado "la empresa se levantó de la mesa" -explicó Hornero-, ayer vieron que tenía "predisposición para hacer algún avance".Si hasta mañana miércoles no se produce un acuerdo, el comité tenía previsto celebrar asambleas para plantear una convocatoria de huelga, según avanzaron la semana pasada fuentes cercanas a la negociación. La protesta no habría gustado a General Motors, que vería en el paro un riesgo para mantener la actividad de su cadena de producción.
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